El contratista Emilio Tapia realizó varias visitas en ciudades del territorio colombiano para adjudicar el contrato mientras permanecía en prisión domiciliaria
Con el reciente escándalo de corrupción que le costó el puesto a la exministra Karen Abudinen, las respectivas investigaciones adelantadas por la Fiscalía General de la Nación apuntan una participación del contratista Emilio Tapia.
La Procuraduría General de la Nación fue al juzgado primero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Barranquilla, con el fin de finalizar con la prisión domiciliaria concedida a Tapia por el “carrusel de la contratación”, por el cual fue condenado.
El argumento expuesto por el organismo tiene que ver con los viajes que habría realizado la “sombra” por “Bogotá, Antioquia, Sucre, entre otros, sin la debida autorización legal”; incumpliendo con sus obligaciones, el señalado, se “burló de la justicia” colombiana.
La solicitud para que Tapia sea enviado a un centro penitenciario fue escuchada por la juez, teniendo en cuenta las irregularidades en las que se vio inmiscuido el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, ya que no existió realmente un control efectivo por parte de los efectivos destinados para el sindicado.
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